Santa María
de la Bendición era un pueblo destruido por un régimen dictadura en Guatemala.
Los soldados lo han invadido, destruyendo todo en su camino. Mataron
brutalmente a cualquier persona se enfrentó de ellos, torturándola si atravesó
hacer daño a algún soldado. Les da igual si había sido una persona dentro que
una casa, o si mataron a los niños. Además, el gobierno borró todas las
noticias del pueblo, todos los recuerdos, y cualquier anotación de Santa María
de la Bendición. De hecho, todo el mundo olvidó de Santa María de la Bendición
hasta que un hombre quien no podía recordar su propio nombre (ya sabemos que él
se llamaba Comandante Abel), fue a San Jerónimo. Allí contó la historia a
quienes escucharía a él. La gente en San Jerónimo negó la existencia de Santa
María de la Bendición hasta el chofer reconoció que ha existido. Con esa
revelación el Comandante Abel recordó su propio nombre justo momentos antes de
murió.
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